No se que pretendía Nicolas Cage con esta película. El tufillo a pestiño se veía venir a los 10 minutos de metraje. Sobre todo con un comienzo tan típico. La voz en off del protagonista que busca ocultar lo que hace (algo muy obvio), para desvelarlo con una frase lapidaria mientras llega el fundido a negro. Una par de escenas de tiros y drama existencial del cutre.
Lo más lamentable es que no es una peli de encargo para pagar facturas, ya que el propio Cage la produce. Así que esperaría sacar dinero con esto.
Califiación: Mala a dolor
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