Estamos en un período de recuperar héroes que marcaron una época (Indiana Jones, John McClane, etc...). Todos vuelven, lógicamente, viejunos y algo acabados. Pero ese rol de desidia y viejunismo le va como anillo al dedo a Rambo. Un personaje atormentado y cuya única razón de ser es la destrucción. A consecuencia de ello, ahora Rambo es mucho más violento, más crudo y salvaje que en sus anteriores entregas. La acción tarda en llegar pero es desbordante y brutal. Con una media hora final que quita el aliento
Recuerdo ir al cine entusiasmado y con el hype a tope, ya que nunca había visto una peli de Rambo en el cine, y esperaba sanguinariamiento. Además, fue en carnaval y hubo un grupo de frikis disfrazados de Rambo que portaban picas con cabezas clavadas en ellas, que alzaban al aire cada vez que el bueno de John hacía de las suyas. Recuerdo también irme con la sensación de esperar más (siempre pasa con el hype a ese nivel), pero en este segundo visionado, visto con más calma desde el sofá, me he dado cuenta de que es una muy buena peli de acción, con las dosis de brutalidad esperadas del personaje y una buena carga dramática.
Calificación: Hay que seguir viviendo día a día