Otro gran clásico con una banda sonora reconocible por cualquiera. De hecho, su famosa tonadilla fue lo que me empujó a interesarme por ver qué se escondía detrás. Y detrás había un musical que combina la comedia más saludable con el drama más duro, aunque incluso en esos momentos difíciles, la comedia y el optimismo siempre están presentes.
El protagonista, cuyos soliloquios y conversaciones con su mujer son de lo más tronchantes, absorbe todo el protagonismo, valga la redundancia, llevándonos de la mano para presenciar los profundos cambios en su familia y su entorno. Es una peli larga, pero es una de esas que hay que ver una vez en la vida.
Calificación: Muy bidibidi buena
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