James Franco últimamente sólo sabe hacer este papel: maleducado, basto, extravagante y en resumen cansino. Tiene detalles graciosos, aunque de primeras el personaje aburre bastante, pero como todo, si lo sabes llevar pues te queda una peli pasable.
El cameo final, además de inesperado, mola mil.
Calificación: Pué pasar