Las pelis de Will Ferrell siguen todas el mismo patrón. Una historia de comedia absurda cuyos gags a veces te hacen reír por lo bestia de la situación o lo absurdo, con unos personajes de vergüenza ajena, y que en general suelen ser bastante chorras. Pues aquí más de lo mismo pero con el festival de Eurovisión de fondo.
Calificación: Se deja ver
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