Ya ni me acordaba que había leído que en Sitges había gustado mucho, y eso a pesar de no estar dentro del circuito oficial. Una peli hecha durante la cuarentena, de menos de 1 hora de duración tenía que tener algo para gustar tanto. La única forma de hacer esto era presentar una peli hecha via webcam, con la aplicación Zoom, que se hizo muy famosa durante el confinamiento. Obviamente yo iba con mi coraza de incredulidad porque ya me la han colado muchas veces, y lo cierto es que el comienzo es el clásico y tiene los sustos justitos pero necesarios para esta historia y ya me estaba preparando para otra peli de terror más. Pero una vez que arranca el temita, la cosa se pone tensa, llegando a unos 20 minutos finales que son de infarto y mucho canguele. No es que sea novedosa pero sí original y consigue lo que una peli de terror tiene que hacer: crear una atmósfera de angustia y tensión. Una mezcla de no quiero mirar pero sigo mirando, al tiempo que te llevas más de un sobresalto. Todo ello con el "hándicap" de una duración muy escasa que sabe aprovechar a la perfección. Lo bueno si breve....
Calificación: Buen cine de terror
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