Cualquiera podría pensar que el principal aliciente es una jovencísima Scarlett Johansson, pero sin Bill Murray a su lado esta peli sería la mitad de interesante. Y digo interesante porque no sabría cómo calificarla. Una historia de extraños en un país aún más extraño. La ironía y carisma de Murray conjugan a la perfección con la dulzura de Johansson. Una mezcla que proyecta ternura, complicidad y empatía que la convierten en una rara avis dentro de la comedia romántica ya que la tristeza es el elemento común en ambos personajes. Sin embargo, al finalizarla te deja una sensación de vacío, pero un vacío que te gusta.
Calificación: Entretenida
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