Me llamó la atención su estreno sorpresivo en Max y tras verla ya veo por qué nadie habla de ella. Y es que pretende ser una historia de terror con mucho humor, cuyo inicio recordaba a pelis ochenteras que sabían conjugar ambos aspectos. Sin embargo, tras un inicio más o menos correcto, la trama discurre por derroteros de humor cutre y chabacano.
Calificación: Para mear y no echar gota
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