El director, Alexandre Aja, nos convenció de que el cine sangriento de terror se le daba bien. Buenos ejemplos de ello son Alta Tensión y Las Colinas Tiene Ojos. En esta ocasión, vuelve a hacerse cargo de un remake.
Piraña nos ofrece, durante los primeros 45 minutos, un festival de culos y tetas donde se van sucediendo chascarrillos de sal gruesa con jóvenes hormonados. Mientras, el espectador espera con avidez que comience la matanza. Y así lo hace, con una gran masacre sin descanso centrada en las consecuencias del ataque pirañil más que en el ataque en sí (algo que sólo serían imágenes a toda pastilla sin ningún tipo de detalle). La espera tiene recompensa ya que sorprende con una carnicería muy variada (ausencia de miembros, cabelleras arrancadas, etc...)
Piraña nos ofrece, durante los primeros 45 minutos, un festival de culos y tetas donde se van sucediendo chascarrillos de sal gruesa con jóvenes hormonados. Mientras, el espectador espera con avidez que comience la matanza. Y así lo hace, con una gran masacre sin descanso centrada en las consecuencias del ataque pirañil más que en el ataque en sí (algo que sólo serían imágenes a toda pastilla sin ningún tipo de detalle). La espera tiene recompensa ya que sorprende con una carnicería muy variada (ausencia de miembros, cabelleras arrancadas, etc...)
Como película es bastante pobre, pero para un fan de la sangre como yo, ha sido un agradable descubrimiento.
Calificación: Sangre a tutiplén
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