Una vez hemos presentado al personaje, llega el momento de ir al grano y dar rienda suelta a las muertes violentas sin necesidad de darle vueltas al guión. Así es como arranca esta segunda parte. Sabemos lo que hay y vamos a buscar víctimas. Quizás sea más violenta (sobre todo en el tramo final) y dinámica que la primera (ya que no hay que andarse con rodeos de misterio) y eso es algo que nos gusta.
Mi momento favorito, la derretida y desatada masa de plástico en la que se convierte Chucky.
Calificación: Más madera
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