Me la planteaba como una V/H/S con toneladas de sangre brutal, pero el resultado ha sido otro muy distinto. 25 historias cortas, 25 directores, 25 formas de reflejar la muerte con 25 letras del alfabeto. La cosa no empieza mal, pero poco a poco los relatos empiezan a ser más escabrosos, surrealistas y desagradables. Fundamentalmente cuando hay asiáticos detrás de las cámaras, ya que su enfermedad parece no tener límites al mostrar historias cada vez más pervertidas, llegando a la náusea. Parafreseando a Homer: "en alguna parte del camino se han perdido, se siente".
Hay un par de historias rescatables entre toda la borralla pero son las menos.
Calificación: Vomitiva
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