Soy un mero aficionado al cine cuya sana intención es comentar cualquier película que pase por delante de mis ojos de forma breve.
Género favorito: terror
Ya casi no me acordaba de la trama de la primera parte, por lo que me pasé media peli reconstruyendo mis recuerdos. Recuerdos que se refrescan rápido ya que esta nueva entrega nos muestra todo desde el primer momento. Es decir, no hay misterio ni giro inesperado alguno, sólo esperamos a ver cuándo y cómo se produce la escabechina. No hay tensión, ni miedo, ni argumento por ninguna parte. Es una secuela cutre pura y dura, de la cual agradecemos su corta duración.
Qué necesidad hay de explotar una saga que llegó a su cima en la segunda parte? ah sí.....el dinero, siempre es el dinero. Aunque no creo que después de los dos anteriores intentos de hacer caja con secuelas de medio pelo, una quinta entrega haya reportado muchos beneficios. Como peli de acción es decente. Demasiado efectos especiales que a veces se ven falsos, y un guión reciclado de lo mismo de siempre que no tiene ninguna solidez. Lo único aprovechable es que en el mundo de hoy en día, sí que es más real la posibilidad de que Skynet acabara ganando, ya que estamos constantemente conectados. Por otra parte, cuando te pones a explicar las paradojas espacio-temporales acabas perdido y sólo quieres que llegue la siguiente explosión, quedando todo en una cháchara pseudocientífica cutre. Ni siquiera el chanchanchanchachaaannn hace que nos vengamos arriba.
Spielberg es sinónimo de entretenimiento de calidad, y su última peli cumple con las expectativas. Otra historia real en la que el rey Midas de Hollywood nos transmite perfectamente la angustia, los temores y las constantes sospechas de aquella época. No exenta de exaltación del patriotismo americano, la peli entretiene y te deja con la sensación de tiempo bien gastado.
Su actor fetiche, Tom Hanks, destaca con buena nota como siempre, pero su compañero de reparto Mark Rylance, que se llevó el Oscar, le supera a pesar de su menor "peso".
Esta película iba a pasar totalmente desapercibida para mí, ya que un Michael Bay a los mandos me daba miedito. Sin embargo, el buen aliado Geoffrey F. me hizo salir de mi trinchera del pesimismo y me contagió su euforia bélica, que aderezada con mi adiestramiento en Call of Duty, contribuyeron a un cóctel molotov que sólo podía desembocar en una butaca de cine.
Tenía miedo a un americanismo desproporcionado, a un excesivo uso de la cámara hiperlenta y a una acción alocamente rodada. Sin embargo, el orgullo yanki de ser los que reparten democracia por el mundo, sólo se aprecia en las frases iniciales que nos ponen en situación, no se abusa de la cámara lenta (cuya escena más espectacular está rodada de esta forma), y la acción es trepidante. Refleja la tensión vivida perfectamente, al tiempo que pone de manifiesto que la tragedia se veía venir de lejos por la cantidad de deficiencias, malas planificaciones y falta de apoyo para los que allí estaban. Eran ovejitas esperando en el matadero de un mundo donde la angustia de no saber si lo que te rodea es amigo o enemigo . Un mundo tan surrealista desde el momento en que hay balas y explosiones por cada esquina y los lugareños están viendo un partido de fútbol tan panchos o la existencia de mercados de armas como si estuvieran vendiendo lechugas.
Anotación friki: al final de la peli, el fulano calvo y con barba me recordó tremendamente al soldado Ruin de COD Black Ops 3, lo que hizo que mi adrenalina subiera varios niveles si es que eso era posible a esas alturas. Eso y las solicitudes de espectros y demás referencias COD.
Otra más que plantea la extinción de la raza humana, por causas desconocidas, en las que un brote convierte a todo ser humano en un infeztado con sed de sangre. La trama es la de siempre, y hecha con pocos medios pero resultones. Al comienzo marea un poco las típicos movimientos cameriles de pánico y descontrol, aunque por fortuna duran poco. Luego toca largos períodos de vida en un mundo inhóspito, con un desarrollo de acontecimientos lentillo que puede aburrir a más de uno. Si aguantas el tirón, empezará a ponerse la cosa feita, y te darás de morros con un final predecible pero siempre bien recibido.
Otra cosa que me saca de mis casillas (que diría Peter Griffin), es la manía que tienen los actores españoles en doblarse a sí mismos. ¡¡Si lo hacen de pena!!. Será que así se ahorra un doblador, pero es que el resultado es pésimo (aunque esta tampoco lo hace tan mal como Bandera)
Anotación friki: pelis como esta hacen que las ganas de una peli de The Last of Us aumenten. Eso sí, mucho mejor realizada y con un argumento más sólido, por el bien de todos los jugones y aficionados al séptimo arte.
Casino Royale tenía la difícil tarea de volver a engancharnos a James Bond, y superar a un Pierce Brosnan que había dejado al personaje en muy buen lugar. Y lo consiguió, lo que prometía una larga y próspera nueva etapa. Sin embargo, la realidad nos ha ido entregando una serie de pelis de nivel flojete, llegando a esta última donde lo estéril es protagonista. Tras las anteriores decepciones, en mayor o menor medida, me esperaba un pequeño resurgir en este nuevo eslabón de la vida del famoso espía, por lo que el chasco fue algo mayor. Tiene un par de escenas de acción que están bien (¡sólo faltaría!), pero Bond son muchos más elementos que no se representan bien en esta entrega, dejándonos una sensación general es de cansinismo. Al parecer agitaron el Martini en vez de mezclarlo, y todos acabaron mareados.