Algunos Hombres Buenos


Todas las buenas películas tienen alguna escena por la que son recordadas (básicamente las que son parodiadas por los Simpsons), y ésta la tenía. El mítico "quiero la verdad" de un pipiolo Tom Cruise. Y la verdad es que tuvo que ser un soldado, el soldado más fiel de este blog, el recluta Firmin, quien me recordara que esta era una gran película. Seguramente para resarcirse de sus anteriores fiascos, optó por una línea de actuación más segura. Acudir a los clásicos. Y no le culpo, sino que se lo agradezco, porque gracias a él he podido disfrutar de una gran película que tenía aparcada. Con unos planos iniciales de recorte de silueta muy bonitos, sobre el firmamento de Cuba, empezamos con la escena que desencadenará todo lo posterior, mientras nos adentramos en un caso de mentiras,  suspense, códigos y honor militar de esos muy yanquis, donde la patria está por detrás de Dios. La trama te atrapa desde el primer momento y ya no te suelta hasta el mítico final.

Una vez analizadas las pruebas y los méritos obtenidos por el recluta Firmin, este tribunal ha decidido elevar su rango al de soldado de primera. Se levanta la sesión.

Calificación: El honor no es sólo una pegatina en el brazo

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