Aprovechando la estancia en mi fortaleza de la soledad, opté por ver algo que produce vergüenza ajena y que además sé que a mi compañera de piso no le iba a gustar.
Tras las dos anteriores que fueron desagradables (fundamentalmente la segunda) pero que despertaron curiosidad en mi interior (fundamentalmente la primera) ya que se enmarcaban dentro del género del terror. me dejé arrastrar por una capítulo final que poco más me podía ofrecer. Aquí ya vamos a lo farragoso desde el principio, regocijándose en el chusquismo y provocando crispación y asquerosidad propias de una mente muy enferma, Aborrecible y peñazo supino desde cualquier punto de vista.
Calificación: Para potar y no echar tropezón
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