Los que sois fans acérrimos de mi blog, sabréis que las pelis de Netflix no me acaban de convencer salvo casos puntuales, y por eso siempre me tomo mi tiempo para valorar si creo que podría merecer la pena. Eso sí, es ver una de terror y mis defensas bajan un poquito y me da por ver el trailer. Eso sucedió con este caso. Vi el trailer con imágenes extrañas, sangre y música creepy y empecé a pensar que la podía ver, pero la puntilla me la dio la dirección de Gareth Evans que recordaremos por la impresionante The Raid. Es un género totalmente distinto al anterior, aunque sigue compartiendo su gusto por la sangre y las escenas brutas, aquí consigue un buen suspense con la única pega de desinflarse un poquito hacia el final y en el hecho de que en ocasiones intenta generar ese desasosiego sólo con música estridente que no acompaña con buenas imágenes. Aún así, es un buen acercamiento al terror de este chaval al que seguiremos de cerca para ver qué es lo próximo que nos regala.
Calificación: Ni tan mal
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