Cada nueva película de Tarantino se celebra como un gran acontecimiento. El hecho de numerarlas (ya se ha convertido en costumbre) le dota de mayor relevancia, ya que el mismo ha dicho que hará como mucho diez o así, y se dedicará a otra cosa. Si te gusta su estilo, es inevitable querer ver su siguiente trabajo. Es imposible, en mi modesta opinión, superar sus dos mejores trabajos (Reservoir Dogs y Pulp Fiction) pero eso no impide que sigamos disfrutando de sus nuevas creaciones. Su estilo se mantiene siempre firme y es una seña de identidad que jamás pierde en cada nueva obra. Gran carga de diálogo punzante, película narrada en capítulos, grandes bandas sonoras y su exagerada violencia (quizás el mayor reclamo desde un principio).
En esta ocasión, las primera mitad se me hizo algo lenta, ya que vamos descubriendo la historia de cada personaje a través de diálogos y no de imágenes, lo que consigue que nuestras ansias de acción se ven frenadas. Pero una vez llegado al lugar donde todo ocurre, comienza el suspense, al estilo Diez Negritos, donde la emoción va en aumento hasta llegar al inevitable y esperado desenlace brutal, plagado de comedia y litros de hemoglobina. Lo cierto es que la disfruté más porque simplemente sabía que era un peli vaqueros y nada más. No me esperaba un argumento de este tipo.
Calificación: Respect
Peliculón! Un 80% de la peli transcurre en una habitación, pero aún así Tarantino te engancha y no te deja que te aburras. Así que bastante de acuerdo con Charles Lee Ray.
ResponderEliminarY por cierto, me alegro de que no haya hecho realidad sus amenazas y siga subiendo opiniones de películas de vez en cuando.
Me alegra que compartas mi opinión. Y no amenacé con dejar el blog, sólo con ser menos frecuente.
ResponderEliminar