Recomendada por mi follower Geoffrey Firmin, me lancé ante esta película de animación peculiar. Tiene un estilo que guarda muchas similitudes con el de Tim Burton, pero sin su marcado carácter sombrío, ya que es todo lo contrario. Luz y aventuras movidas por el corazón. Un corazón mecánico sólo posible en este mundo de fantasía poco corriente.
Una historia visualmente muy potente y bonita, con una banda sonora agradable cuyo comienzo es prometedor pero en el desarrollo de la trama se vuelve extraño y lento. Y es que a mí, estos mundos alucinógenos me provocan mareo, aunque se reconocer la enorme capacidad creativa de alguien que pueda imaginarse esta clase de universos. Como el final, que me parece una alegoría preciosa, en un entorno de una belleza muy evocadora (sin duda lo mejor de la peli). Mezclar personajes reales en un mundo irreal también es algo que me gusta. Aún así, me aburrí un poquillo por lo que en la balanza pesa más lo negativo que lo positivo.
Lo siento querido follower, espero que esto no te desanime en tu interés por seguir aportándome opciones que llenen este humilde diario cinéfilo.
Calificación: Visualmente chula pero cansinilla
Ay Charlie, Charlie...qué haríamos sin tu buen criterio.
ResponderEliminarEs cierto, que de este sueño uno se despierta un poco embotado por su densidad onírica pero perduran de él las sensaciones de la más acuciante ternura; ternura exprimida del terror mismo de sentirse atrapado por las manecillas del reloj a la espera del saludo postrero del cuco.
La banda sonora de Dyonisos y su director me parece una de esas obras que por algunos de sus cortes podrías convertir en imprescindible. Como ya dejó claro el bueno de Quentin la música es vehículo fundamental para articular las historias en nuestro mundo multimedia. En este caso después de unos cuantos tragos a palo seco no sería difícil ver al bueno de Tom "el que espera" apurando un whisky irlandés de contrabando mientras el Sr. Elpídio le pide a Miguel Mejía que se olvide de esa mujer. De fondo suena Rage against the Machine.
Lo mejor, esa conjunción de un triunvirato mágico: la literatura, el cine y la música.
Gracias por la luz del Norte
Sinceramente,
Geoffrey