La primera fue fresca, simpática, divertida y musicalmente entretenida, pero el nivel empezó a bajar con la segunda para llegar a esta tercera, y definitiva suponemos, nota final discordante. El argumento, siempre repetitivo, nunca fue más que una excusa para cantar y demás, y en esta ocasión está todo hecho a correr para que la música empiece a sonar. Es pasable aunque no disfrutable.
Calificación: Terceras partes nunca fueron buenas
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